Es decir, nuestras decisiones, deseos, aspiraciones, ganas de crecer, de mejorar, de ser exitosos, de ser abundantes, de tener relaciones sanas, etc., están en gran parte influenciadas por la información que se encuentra en el inconsciente.
Pero el verdadero problema es que el inconsciente se programa principalmente en los 7 primeros años de vida y que el 70% de estos programas son negativos.
De esto se deduce la dificultad que a veces se tiene para conseguir la vida que se desea.
Si en el inconsciente existe un programa mental, un bloqueo emocional o una creencia negativa que se oponga a alcanzar una meta, es muy difícil que se consiga, debido a que el inconsciente maneja más peso que el consciente, por mucho esfuerzo que se emplee para conseguir dicha meta.